martes, 8 de noviembre de 2011



Esta mañana he ido al banco a hacer un ingreso, y, al entrar por la primera puerta, un señor mayor que salía de la otra de dentro se para y me mira serio y me dice "Alegra esa cara muchacha! ¡Que con lo guapa que eres no nos prives a los demás de disfrutar de esa cara sonriente!" y ya automaticamente, sonreí.  Le dí las gracias al señor y respondió "No, gracias a tí. Sonríe siempre".

Y cada uno seguimos nuestro camino.

Probablemente no le vuelva a ver, pero es algo que me hará recordar, y, darme cuenta de que hay que sonreir más a menudo, que aunque no la llevemos puesta, siempre tenemos una, y que para lo que nosotros no es nada, para los demás puede ser mucho.

Gracias Señor.
Hoy ha sido un buen día.







fcd.

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